jueves, 16 de septiembre de 2010

Nevera Dutour-Evans

Se trata de una heladera más bien discreta y, digamos, bastante religiosa: una imagen de la virgen de Medjurgorje y dos almanaques, uno chico y otro grande, de la virgen de San Nicolás. Tres figuras que venían en los huevos de pascua de Ricard le dan un toque femenino/infantil... (esto contra mi voluntad, cabe aclarar). Luego, se destaca la hojita con los horarios de Copay (¡grande Copay!), el imán, el único del estilo, con el puesto de la feria favorito de la patrona y la colección de boletos de Cutcsa para no sé quién que busca canjearlos por una silla de ruedas. 
Adentro, el panorama genera satisfacción, aunque la cosa no es muy fashion: dulce de leche, dulce de goiaba -importación de Quarai-, huevos, frutas, agua, etc. La mantequera tiene manteca pero, si no la tuviera, también estaría ahí. Ese es su lugar. Igual que la jarra de la leche: ahí ven una vacía. Y está bien, ese es su lugar. Hay una bolsa de harina que, la verdad, no sé que hace ahí. Y un par de "bols" hechos con las super botellas de cinco litros cortadas en su cabeza. Ahí se ponen las frutas... Abajo, comida, pizza, ¡qué buena pizza se hace casa!









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